BND Dan Suarez

Quinta conferencia

a
Gran asistencia a la conferencia del Apóstol Dan Suárez de la iglesia Casa Global de Destino ubicada en el estado La Guaira
az
Audio de la quinta conferencia, Apóstol Dan Suárez.

Hacer click sobre la imagen. Se descarga desde MEGA sin necesidad de instalar ningún programa. En Mega seleccionar Descargar o Descarga Normal.

"Todo el poder está delegado sobre la iglesia para operar".

Hay que entrar en lo apostólico. Quiero decir que el evangelio no es ni una religión, ni una tradición, ni yo soy evangélico, ni nosotros somos evangélicos, somos hijos de Dios. Escucha bien, somos hijos de Dios. Y la naturaleza de ser hijo es la que nos da realmente identidad para operar en la dimensión que el padre estableció para nuestras vidas.

El gran problema es que nos convirtieron en personas por la enseñanza tradicional del evangelio y nos llevaron a asumir una mentalidad religiosa y este tipo de pensamiento y de mentalidad provocó que el evangelio tuviese un efecto, un fruto y una fuerza con un tiempo determinado. Pero todo está grabado en la Palabra de Dios, la Biblia. Los efectos, los resultados, los códigos, las llaves que también abren la vida para que la gente pueda alcanzar la plenitud del cumplimiento del propósito para su vida.

A mí me dijeron que este Congreso se llama “Poder que transforma naciones”. Yo te voy a hablar de un poder que produce libertad de naciones, que produce transformación de continente, es una gloria que no se produce en el mejor momento de tu vida, se produce en los momentos más difíciles de tu vida, porque muchos tienen la tendencia dentro de la iglesia cristiana, a quejarse por los momentos duros, pero esto puede depender del tipo de Palabra y el evangelio que esté plantado en tu vida.

El apóstol Pablo declaró en Filipenses 4:11 “No lo digo porque me encuentre en la indigencia, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar saciado como para tener hambre, tanto para tener abundancia como para padecer necesidad”.

La gente declara estas palabras, como que es algo fácil, pero la victoria dentro del reino, para alcanzar tu propósito, estás relacionada al elemento de quien logre descubrir que los procesos de la vida que vives no son para destruirte, para demolerte, para acabar con tu generación. El proceso que tú vives es transformador dentro de ti, que tienen el objetivo transformar a tu generación en medio de la Tierra en la cual vives.

Veamos la vida del personaje bíblico José, quien después de estar consentido por su papá Jacob, lo vendieron en Egipto. No tenía casa, no tenía ropa, no tenía alimento, no era dueño de nada, pero tenía algo que cuando a ti te cae, cuando esta verdad viene sobre tu vida, no importa que al comienzo no tengas nada. Cuando la verdad se vacía sobre ti y la logras comprender, algo tremendo te va a ocurrir, algo que va a producir transformación, que va a romper el elemento de la limitación dentro de tu vida.

Vámonos a Génesis 39:1 “Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá”.

José estaba vendido a la casa de Potifar como esclavo. Y dice Génesis 39:2 “Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo egipcio”.

Jehová está contigo. Tú no eres víctima de la pobreza, tú no eres víctima del rechazo, tú no eres víctima de las tragedias de la vida, tú no eres broma, escucha bien, tú no eres un pobrecito, porque Dios está conmigo.

Y vio su amo que todo lo que hacía José, Jehová lo hacía prosperar en su mano.

El capítulo el libro de Proverbios 21:5 dice “Los pensamientos del diligente ciertamente van a la abundancia, pero todo el que se apresura, indefectiblemente va a la pobreza”.

¿Qué ocurre con los pensamientos del diligente? Cuando tú comprendes que lo que Dios dice es una verdad sobre tu vida y no lo que el enemigo dice de ti, tú vas a comprender la gran verdad que marca la diferencia y produce poder. José fue llevado a la casa de Potifar y fue llevado a ser un esclavo y a trabajar haciendo tareas pesadas y tareas difíciles. Pero lo que hace la diferencia es que tengas un corazón próspero, que es un corazón sano, o que tengas un corazón de esclavo.

Diferencias entre un corazón de esclavo y un corazón próspero. Dice la palabra que el libro de Proverbios 30:21 “Por tres cosas tiembla la tierra, y aun por cuatro que no puede soportar: Por el siervo cuando reina y por el necio cuando se sacia de pan, por la mujer aborrecida cuando se casa y por la sierva cuando hereda a su señora”.

¿Sabe lo que significa la tragedia de un esclavo que llega a ser rey?, es alguien que su corazón estaba lleno de amargura, que no comprendió la tragedia, no comprendió por qué su papá no estuvo con él, no comprendió por qué su mamá fue tan dura, no comprendió por qué lo abandonaron de niño, no ha comprendido por qué le hicieron tantas críticas, por qué le hicieron bullying, porque fueron tan duros los procesos. Y cuando llegó a gobernar, cuando llegó a ser empresario, cuando llegó a ser un profesor, cuando llegó a ser un político, cuando llegó a ser un poderoso hombre o mujer, su corazón estaba averiado, lleno de heridas, lleno de dolor, lleno de tristeza, lleno de amarguras.

Este José era un esclavo, pero la prosperidad estaba en el corazón de él. ¿Porque la prosperidad estaba con él?, Porque Dios estaba dentro de él, porque Dios estaba con él, porque Dios caminaba con él, porque si él se movía, Dios se movía. Porque si él avanzaba, Dios avanzaba. Porque si él pensaba, los pensamientos de Dios minaban sus pensamientos.

Todo hombre y toda mujer poderosa tendrá que sufrir momentos durísimo, tendrá que demostrar en los momentos difíciles que es acto para poder asumir mayores responsabilidades, porque el éxito en la vida está relacionado con abundancia. El éxito en la vida está relacionado con grandes logros. El éxito en la vida está relacionado con una buena casa, llena de carros. El éxito en la vida ministerial está relacionado a una gran iglesia, a un gran templo, a un número de organizaciones, pero lo que la gente ignora es que detrás de cada gran éxito hay mucho dolor en el camino.

El escritor de Eclesiastés decía vanidad, de vanidad, todo es vanidad. Pero esa expresión hebraica lo que realmente significa es que mientras más sabes, más sufre; el que más tiene entendimiento, sabiduría, conocimiento, más sufre. Porque tú sabes cómo se hacen las cosas y cuando ves algo, haciéndolo mal, te pone la mano en la cabeza y quieres agarrar por el cuello al otro, pero tienes que quedarte tranquilito.

Este José estaba en la casa de Potifar, no tenía piso propio, no tenía un techo propio, no tenía cama propia, no tenía ropa propia. Estaba desnudo, pero Jehová estaba con él, y todo lo que hacía con sus manos prosperaba. La Biblia dice en Salmos 1:1 “Bien aventurado el hombre, que no anduvo en el Consejo de los malos, ni anduvo en el camino de los pecadores, ni en la silla de los escarnecedores se ha sentado.

Hay tres elementos hebraicos que allí se traducen. Número uno, el consejo te lleva por un camino que te lleva a la silla de los grandes o a la silla de los derrotados. A quién escuchas va a determinar el éxito de tu vida, te va a llevar al éxito o al fracaso. Y después la Biblia dice, sino que será como un hombre que pone su pensamiento en la palabra de Dios, en la ley de Dios, y en esa palabra, piensa de día y de noche, al que hace esto será como un árbol plantado junto a la corriente de aguas vivas que da fruto a su tiempo y que todo lo que hace prosperará. ¿Por qué nos cuesta tanto alcanzar el éxito? ¿por qué es tan difícil? Se nos niega tanto alcanzar las metas, lograr un congreso como este es mucha fe. Cualquier cosa que se hagas en la vida es mucha fe, pero ¿Qué hay detrás de todo ello? Dolor, sufrimiento, decepciones. Tantas cosas que aquí se juntan.

Las diferencias que pude notar en la vida de José es que José lo ponían a limpiar el piso en un grupo de esclavos que estaban limpiando el piso. Presten la atención por un momento. Todos estaban limpiando el piso. José y los demás, pero había una diferencia que la mano de José rendía más que la de los otros. A José lo pusieron recoger espinos en el campo con 100 esclavos más, pero cuando él estaba recogiendo espinos, no solo los recogía, sino que los amarraban, los ordenaban, de una manera tal que se ve la diferencia entre las espigas que recogía el resto de los esclavos. Y esta es la diferencia, entre una mentalidad de prosperidad y una mentalidad de esclavo, porque José no tenía piso, no tenía cama, no tenía techo, no tenía almohada, no tenía comida, pero Jehová estaba con Jehová.

Yo me pregunto ¿Por qué las iglesias evangélicas están los pobres?

La diferencia es creer lo que Dios dice de mí.

Hay gente que está en una iglesia de 10 años, 20 años, 30 años, 40 años. Se dedican al Señor, se saben la Biblia, pero no le creen a Dios. Si Dios dijo, yo lo creo.

Hay gente que dicen “Señor oye”, y no saben que Dios camina al lado de ellos. Hay gente que trabaja en la vida sin motivación. Cada domingo tienes que venir a la iglesia para que te den una palabra motivacional, inspiradora, que te lleve a orar, a leer la Biblia.

Pero tú no puedes ser alguien que viva bajo de inspiración. Este es el segundo elemento. Hay que vivir por revelación. Día conmigo, vivir por revelación. Si tú no tienes un encuentro personal con Dios, no tendrás una revelación que cambie tu vida.

La revelación transforma tu estatus, el formato de pensamiento, la manera de entender la vida. Pueden hablarte de prosperidad en la vida, pero si no tienes una revelación de quien eres, no la tendrás. Muchos pastores hemos predicado de un Jesús que escuchamos de nuestro maestro, pero la mayoría no lo conocemos. ¿sabes por qué no conocemos a Jesús? Porque vivimos criticando y juzgando. Y si conocieras a Jesús, supieras que él no vino a condenar al mundo, si no él salvara al mundo y a dará su vida para salvar al mundo.

Cuando vives bajo una revelación, se te revela algo. Cada vez que se te revela un elemento, la revelación muestra Jesús. La Biblia dice en Macos 16:14 que Jesús se les apareció a los apóstoles.

Jesús había muerto y ahora estaban reunidos los apóstoles y estaban deprimidos. El centro de su fe había sido crucificado unos dos días antes, y ahora todos estaban tristes, confundidos, siendo atormentado por espíritus. Cuando de pronto se les apareció Jesús. Les increpó duramente, porque no habían creído las palabras que él había hablado a ellos. Cuando dice que se les apareció Jesús, esa palabra significa que se les reveló.

Normalmente Jesús se revela a través de la adoración. Cuando se adora, Jesús se revela en todo lugar donde es adorado, se manifiesta, se hace presente. Y conocemos que adorar es que podemos levantar las manos, danzar, pero adorar es un acto profundo que es ofrendar. Hay un elemento que no podemos ignorar, que la revelación te hace fluir en una dimensión para un momento determinado, la revelación es progresiva.

Es constante y se renueva. Tú puedes mirar con tus ojos y puedes interpretar algo de Jesús hoy, pero pasa algún tiempito y vuelves a verlo otra vez y ves las profundidades. Podemos demostrar una gran verdad que es que la mayoría de la Iglesia está altamente contenida de información, pero no poseen revelación. Y los que poseen revelación trabajan con revelaciones antiguas. ¿Cuál es el problema cuando esto ocurre? Cuando trabajas con una revelación de pasado, tu fuente llega hasta donde te llegó tu revelación para aquel momento. Cuando no tienes una revelación nueva, tu fe se estanca y si tu fe se estanca, se estanca toda tu vida ministerial. Todo el éxito de vida que Dios tiene para ti se estanca, se paraliza. Y Dios siempre tiene algo nuevo que hacer para tu vida.

Cuando tenemos una mente inspiracional, nuestra mentalidad inspiracional nos hace ver un límite, un punto limitado de Dios. Y llegamos a pensar que Dios solo se puede mover de una manera, uno de otra manera, de acuerdo a las experiencias o lo que hemos leído de Dios. Pero cuando tenemos una fe activa basada en revelaciones de un Dios sobrenatural. Podemos ver a nuestro Dios, moverse en dimensiones que jamás nos imaginamos, pero tenemos un corazón abierto para verlo moverse.

Tercer punto, vivir por iluminación. José vivía una vida de iluminación, creyendo lo que Dios había dicho que él. Me enfoco hoy en puntos clave de José. Número uno: Era esclavo. Y como esclavo no tenía tierra, no tenían techo, no tenían casa, no tenían piso, no tenía cama, no tenía comida, pero Jehová estaba con él, y cómo Jehová estaba con él, era próspero. Cuando tú juntas las realidades que allí se mencionan. Esto no coincide. Porque como el esclavo era próspero. Potifar se dio cuenta que todo lo que José hacía con sus manos prosperaba. Y por esta razón, su amo, que no era judío, había escuchando que José tenía un Dios, y que ese Dios estaba con él, y que ese Dios hacía prosperar todo lo que tocaba la mano de José. Cuando hayas entrado en la tierra, que Jehová te da para poseer, acuérdate de Jehová tu Dios, que es el que te da el poder.

Mateo 28:19. Dice Señor, hablando, ¡Y todo poder! me ha sido guardado en el cielo y en la tierra, y yo se lo voy a dar a la iglesia para que, en mi nombre, echen fuera demonios, pisen escorpiones, pisen serpientes, resuciten a los muertos y hagan lo que deben hacer. Está delegado sobre la Iglesia. ¿Pero cuál es el problema de la Iglesia? El problema de la Iglesia es que cree que sus problemas se los va a resolver el pastor. El problema de la Iglesia de este tiempo es que creen que los problemas deben resolverlos los políticos. El problema de la Iglesia de este tiempo es que cree que Venezuela está así porque el chavismo está gobernando y ese no es el problema. El problema es que la Iglesia no ha entendido la identidad de reino que tiene, de realeza y que todo el poder está delegado sobre la iglesia para operar, el poder que transforma, que produce vida, que trae resultados.

Compartir este contenido por: